Iglesia de las Nieves

Construida en el año 1751 por Mosqueruela, está dedicada a la Virgen de las Nieves Patrona de Valdelinares muy acorde con la característica estampa invernal de la villa. Es un edificio de planta rectangular con tres tramos, crucero, cabecera recta y dos sacristías completando el rectángulo.

Frente a la iglesia se sitúa el monolito de piedra que indica la condición de Valdelinares como municipio de España situado a mayor altura (1.962m).

Fachada: Su construcción es en mampostería menuda y piedra sillar. Su portada se divide en tres cuerpos que decrecen en altura, de sencillo gusto barroco. El cuerpo inferior es de orden adintelado con doble pilastra y entablamiento clásico; el segundo, presenta una hornacina con venera también entre pilastras; el tercero, ventana rectangular entre pilastras y medios frontones.

La torre de la iglesia, el edificio más alto de la localidad alberga dos campanas: la pequeña y la mayor. Todo el cuerpo de campanas esta realizado en cantería con planta cuadrada y ventana de medio punto por cada lado. Este aparece rematado por un pequeño cuerpo octogonal con ventanas y su tejadillo esta bordeado por cuatro pilones puntiagudos uno en cada esquina. El campanario se remata con un sobre-tejado da cobijo a palomas y tiene la veleta que indica la dirección del viento, este fue modificado por la reforma acometida en 1999.

Interior: La nave central, sacristías y brazos del crucero se cubren con bóveda de medio cañón con lunetos y los tramos laterales con bóvedas de arista. El crucero está cubierto con cúpula sobre pecinas y la cabecera con una exedra. Las bóvedas descansan sobre arcos fajones, formeros y pilares casi cuadrados por medio de una imposta con moldura clásica. A los pies sobre la nave central tiene el coro alto, a la izquierda, la torre, integrada en el cuerpo de la Iglesia, con la puerta que da acceso a las escaleras para subir al campanario y al coro, y a la derecha, la pila bautismal.

Leyenda de la Virgen de las Nieves.

El origen de la Virgen de las Nieves se remonta al papado del Liberio (años 352-366). La tradición católica cuenta que, un matrimonio acaudalado sin hijos, deseaba realizar una obra de caridad. La Virgen se manifestó ante ellos y les indicó que, allá donde señalara, se le construyese un templo. Así, en la mañana de un 5 de agosto, amaneció nevado el monte Esquilino de Roma, un hecho totalmente extraordinario que, el matrimonio interpretó como voluntad de la Virgen y así lo hizo saber al Papa. Otras versiones afirman que la Virgen se apareció en sueños a los esposos y al Papa y les anunció la nieve de agosto.